jueves, 6 de febrero de 2014

La Falacia del Poder Adquisitivo: Una Mentira más en el Relato K


Cuando digo que el gobierno está lleno de chantas, me refiero a "argumentaciones" como esta:
"Pero lo importantes que estamos ante un universo de 7.360.957 argentinos, que van a ser beneficiados por esta medida, que algunos economistas – en estas cadenas nacionales del desánimo – llaman medidas populistas, o tal vez las califican con un término más economicista y académico, las tildan de expansión económica, que por supuesto provoca inflación. Es como que si la gente adquiere poder adquisitivo y poder de consumo invariablemente debe terminar en inflación, adoptando la teoría de los liberales, que en realidad no es la que queremos nosotros, que creemos en el crecimiento y desarrollo de la economía, a partir del consumo popular y de la inversión empresaria. Para asegurar la inversión empresaria, porque es mentira esto de que, primero, está la inversión y luego viene….es al revés, nadie invierte si no hay posibilidades de que la gente le compren lo que produce es que nosotros invertimos esto,..."
La mentira elemental a la que apela Cristina para justificar su intervencionismo es una bastante patética, es el llamado "Argumento del poder adquisitivo" (Purchasing power argument o PPA). Básicamente dice que el prerrequisito de la expansión de la producción es la suba de salarios (ya sea subiendolos, dando más beneficios a los trabajadores o haciendo obras públicas). Si los salarios no suben, no hay incentivos para los negocios de aumentar la cantidad producida o la calidad pues no habrá compradores. Mises (1949: 298-99) describe perfectamente en 1949 lo que Kirchner dijo hoy, demostrando que la falacia es más vieja que ella misma. La teoría está tan llena de falsedades, que decirle "teoría" es un halago increíble. 

1) Falacia de la dirección equivocada: La falacia más elemental de esta explicación es que revierte causa y efecto. Cuando aumenta el ahorro, se produce un cambio en un dato del mercado. Y como todo cambio de datos en el mercado, crea desajustes cuyo arreglo da importantes beneficios. Para poder aprovechar los nuevos bienes de capital disponibles gracias al ahorro y obtener beneficios, los empresarios deberán adquirir factores complementarios de producción (asalariados entre ellos). La inyección de nuevos bienes de capital hace posible producir más bienes de consumo (ya sea aumentando la producción sin cambiar la tecnología o usando nueva tecnología que el mayor ahorro permite adoptar) y consumirlos sin gastar el capital. Es absolutamente necesario que en el proceso de adaptación al nuevo capital disponible los salarios reales suban, pues solo así (pagándoles más) pueden consumir la mayor cantidad o calidad de bienes de consumo que los nuevos bienes de capital pueden proveer, sin tener que dejar de comprar otros. Es la propia búsqueda de beneficios de los empresarios la que desata una tendencia inevitable a la suba de salarios en la medida en que los empresarios tratan de obtener esos beneficios que surgen por la nueva disponibilidad de bienes de capital debidos al ahorro. La suba de salarios reales y la búsqueda de beneficios en una economía con mayor ahorro y acumulación de capital son dos caras del mismo proceso, no pueden ir separados nunca. Pero la causalidad va necesariamente desde el ahorro, inversión, pasando por la acumulación de capital para que luego los salarios suban por la mayor productividad marginal del trabajador (Mises, 1949: 292-99). Es lógicamente imposible que la causa-efecto sea al revés.  Primero hay que producir para luego poder consumir, invertir esa causalidad es absolutamente estúpido. 

2) Falacia del subconsumo: Incluso suponiendo que lo anterior no es cierto y que aceptamos que hay que subir las retribuciones salariales para que puedan consumir, simplemente se da por sentado que sin el aumento de salarios no habría demanda para la producción. Implícitamente se asume que los malvados capitalistas se apropian de lo que les falta a los trabajadores para poder consumir. Eso es falso. Aun suponiendo que los capitalistas se "apoderan" de gran parte de lo que producen los trabajadores, los primeros necesariamente o invertirán o gastarán lo que "explotaron". Los capitalistas "explotan" a los trabajadores por alguna razón, lo que les "sacan" no desaparece del Universo, necesariamente se consume (yates, Ferraris, departamentos en Puerto Madero) o invierte. Así que sí habrá demanda para la producción. Lo que puede ocurrir es que los empresarios se equivoquen en predecir lo que los capitalistas comprarán con lo "explotado" y que es diferente a lo que venían consumiendo los trabajadores. Pero ese tipo de equivocaciones son iguales a cualquier otro error de anticipación, y mientras seamos humanos erraremos algunas veces al anticipar el futuro incierto (Mises, 1949: 298-99). 

3) Falacia de la composición: Aun asumiendo que la teoría fuera correcta y que 1) y 2) no son ciertos, se hace una generalización indebida. La teoría pide un aumento artificial de salarios particulares (o precios de productos). Si, solo si, se dan las condiciones para que exista una demanda derivada inelástica para el trabajo, entonces un aumento de salarios aumentará el poder adquisitivo de los empleados de la empresa o industria. Pero, ¿Qué pasa con la participación de otros factores? Ilegítimamente se generaliza el resultado de una industria o empresa particular (con su estructura de demanda particular) a todas las demás, lo que es falso (Yeager, 2011[1999]: 11). 

4) Falacia de la ventana rota: ¿De dónde saldrá el financiamiento para los salarios elevados que luego "crearán la demanda y la inversión"? Asumiendo que el gobierno los otorga (y no se financia emitiendo dinero), eso solo implica que le sacó a unos y le dio a otros. Hay más salarios y empleo en un lado de la economía (donde el gobierno aumentó los salarios) solo porque hay menos salarios y empleo en otro lado (de donde el gobierno sacó el dinero para darle a los primeros, es decir los que pagaron los impuestos y tienen menos para gastar). Por lo tanto es falso que el aumentar los salarios eleve el empleo y se consuma lo producido, simplemente se crea empleo y consumo en un lado destruyendo al mismo tiempo empleo y consumo en otro lado (Hazlitt, 1946: 51-54).  Si se imprime dinero para subir salarios, el mayor gasto provocará una subida general de precios (baja del poder adquisitivo del dinero) y la "ayuda" a los trabajadores no durará mucho. Para perpetuarla habrá que volver a imprimir una y otra vez y eso llevará al desastre. Pero además el mayor gasto con nuevo dinero que aumenta los precios solo se obtiene a costa de los perjudicados por la inflación (que incluye a muchos trabajadores). 

5) Ignorancia: Además este argumento ignora que aumentando arbitrariamente (es decir diferente a lo que lo haría el mercado libre) los salarios de los trabajadores, se provocará desempleo y no un mayor consumo. Todos sabemos eso eso, así como sabemos que los salarios aumentan sin salario mínimo. 

6) Supuestos "mágicos": No solo teóricamente es una total falacia ridícula, aun los estudios más favorables posibles demuestran que solo podía cumplirse bajo condiciones extremadamente irreales, es decir es empíricamente implausible (Jerger y Michaelis, 2002: "Although we can show that the PPA may be valid even after the adjustment of prices and the capital stock, we refute this argument on the ground of the empirical implausibility of the required conditions... Hence, our analysis implies that higher (nominal) wage demands cannot be defended by pointing to the alleged positive demand effects, as unions regularly argue during wage negotiations. This idea of the PPA... is indeed demonstrably ill-suited as a guide for the judgement of the employment consequences of wage policy." y también Suntum, 2008: "The PPA becomes much less powerful in an open economy, because the demand effect of a wage increase then spreads among several countries, while the cost effect only impacts on one. While it cannot be ruled out generally, that the PPA might even work in an open economy, the conditions for that to apply turned out to be extreme and far away from reality... one has to be very cautious with pure macroeconomic analysis that is based largely on national account identities and aggregate functions for production and saving decisions. Moreover, our analysis has been mainly static. -las cursivas son mías). 

Cristina dijo que "no permitiremos que nos tomen de estúpidos", pero la única que usa argumentos estúpidos y toma de ese modo a la gente es ella.



Bibliografía: 


Hazlitt, Henry (1946), Economics in One Lesson. Mises Institute. Auburn, Alabama. 2008.  

Jerger, Jürgen y Michaelis, Jochen (2002), "Wage Hikes as Supply and Demand Shock". Journal: Metroeconomica. Vol. 54, No. 4, 434–457. 2003.

Mises, Ludwig von (1949), Human Action. The Scholar's Edition. Mises Institute. Auburn, Alabama. 1998. 

Suntum, Ulrich van (2008), "The Purchasing Power Argument – Could Rising Wages Foster Employment?". CAWM discussion paper / Centrum für Angewandte Wirtschaftsforschung Münster.  

Yeager, Leland B. (1999) "Should Austrians Scorn General-Equilibrium Theory?" Journal: Review of Austrian Economics. Vol. 11, No. 1–2, 19–30. En (2011) Is the Market a Test of Truth and Beauty?: Essays in Political Economy. Auburn, Alabama: Mises Institute. 2011.

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