martes, 28 de julio de 2015

Definiciones


A continuación se exponen unas cuantas definiciones muy elementales que es siempre necesario tener claras. Cualquiera interesado en la Teoría Económica sana, que es la de la Escuela Austriaca de Economía, debe conocerlas. Además, serán muy útiles para el próximo post.

Bien: cosas o algo que se crea (subjetivamente) que está en conexión causal con, y que sea posible utilizar para, la satisfacción de una necesidad humana.

Se habla de "cosas o algo" (things) porque no importa qué es lo que se considera. Ya sea algo tangible (material) o intangible (servicio), esa distinción es irrelevante para la definición general de bien.

Bien económico: es un bien que es escaso.

Escaso quiere decir que sus servicios no están disponibles en suficiente cuantía para satisfacer todos los fines en que los individuos desean utilizarlos. Como no se pueden satisfacer todos los deseos, debe necesariamente haber elección o, mejor dicho, acción.


Esta es solo una distinción terminológica. Un "bien" debe necesariamente ser "económico" (escaso). Hay cosas que no son escasas y que, por tanto, no son bienes (el aire, por ejemplo). Ellas son condiciones generales de bienestar humano (Mises, 1949: 93; Rothbard, 1962: 4), no son bienes en el sentido económico.

Para el fundador de la Escuela Austriaca, Carl Menger, hay cuatro prerrequisitos simultáneos que algo debe tener necesariamente para ser un bien (Menger, 1871: 52):
  • 1) Una necesidad humana
  • 2) Las propiedades de la cosa estén en conexión causal con la satisfacción de la necesidad humana
  • 3) Conocimiento humano de esta conexión causal
  • 4) Control suficiente sobre la cosa como para dirigirla a la satisfacción de las necesidades (propiedad o control)
Es absolutamente necesario que los cuatro se cumplan. Si solo falta uno de ellos, la cosa deja de ser un bien.

Años más tarde, Ludwig von Mises corrige un error de la teoría de Menger. Para Mises, las condiciones 2) y 3) son incorrectas. Menger, uno de los principales desarrolladores de la teoría subjetiva del valor, no aplica el subjetivismo lo suficiente. De hecho, Mises (1928) logra reparar el desacierto de Menger usando sus propias citas. Lo que realmente importa a la ciencia económica es que el ser humano crea o tenga la opinión que la cosa tiene capacidad para causar la satisfacción de la necesidad (Mises, 1928).

Por lo tanto, la lista mejorada por Mises de prerrequisitos necesarios para que algo sea un bien queda así:
  • 1) Una necesidad humana
  • 2) Las propiedades de la cosa estén en conexión causal con la satisfacción de la necesidad humana
  • 3) Conocimiento humano de esta conexión causal
  • 2) La opinión (o creencia) para el individuo economizador que la cosa es capaz de satisfacer sus necesidades
  • 3) Control suficiente sobre la cosa como para dirigirla a la satisfacción de las necesidades (propiedad o control)
Una vez más, es absolutamente necesario que se cumplan las tres y no falte ni una sola para que algo sea un bien.

Antes de sus usos en motores de combustión, el petróleo no era un bien. No se conocía una conexión causal para satisfacer ninguna necesidad. Al contrario, en lugar de ser un bien era un mal. Cuando se hacía un pozo y se encontraba, podía destruir la cosecha o el hermoso jardín del descubridor. La necesidad humana de energía o transporte existía, así como la posibilidad de cavar para conseguir petróleo. Se cumplían 1) y 3), pero el punto 2) no. Cuando se descubrió la conexión causal, el mal que era el líquido negro se convirtió en un bien.

Existe una necesidad humana para la luz solar o de un día soleado. Y se sabe subjetivamente que hay una conexión causal entre el día soleado y la satisfacción de nuestras necesidades (por ejemplo, tener uno para nuestra boda). Pero, hasta ahora, no podemos controlar (tener la propiedad de) el clima o el sol.  Por lo tanto, el sol o el clima no está sujeto a la acción humana. No es un bien, sino una condición general de bienestar humano. Como se dijo, el aire también lo es (Rothbard, 1962: 4).  Se cumple 1) y 2), pero no el 3).

La corrección de Mises permite explicar un hecho evidente de la realidad: muchas veces, la gente se equivoca en creer que algo satisface su necesidad. La definición de Menger implica que la conexión causal es una propiedad de la cosa, que está en el objeto. Si fuera así, la gente no se equivocaría. Sin embargo, hay personas que van a curanderos, buscan médiums para hablar con sus familiares muertos, etc. debido a que creen que con eso satisfacen alguna necesidad. Pero se pueden, y se suelen, equivocar porque su opinión era errónea.

Intercambio: un intercambio es una renuncia mutua y condicional al derecho de propiedad de bienes económicos.

Se dice que es mutua porque se hace recíprocamente entre dos (o más) personas. Es condicional debido a que las partes que ceden su derecho de propiedad, lo hacen solo porque esperan o saben que la otra hará lo mismo con el suyo. Yo renuncio a mi derecho de propiedad debido a que espero que tu renuncies al tuyo también (do ut des). No es un regalo, porque ello es una renuncia incondicional. El derecho de propiedad es el derecho de control sobre un bien económico.


Es importante aclarar que lo que realmente se intercambia son derechos de propiedad. No hay que entender el intercambio como necesariamente una transferencia de bienes que, al cambiar de dueños, se "mueven" de uno hacia otro. Al intercambiar zapatos por manzanas, ciertamente ambos se mueven de un dueño a otro al ceder mutuamente los derechos de propiedad. Pero si se intercambian pedazos de tierra en dos continentes distintos, es claro que los bienes no se trasladan. En todos los casos siempre se intercambian derechos de control, ya sea que los bienes se muevan o no.   

Dinero: es un medio de intercambio generalmente aceptado o comúnmente usado (Mises, 1949: 395, 398).

Un medio de intercambio es un bien económico que se adquiere no por sus  servicios como bien de consumo ni como factor de producción, sino que se demanda con la intención de cambiarlo ulteriormente por los bienes o servicios que el agente realmente necesita consumir o usar para producir. Cuando se generaliza su aceptación, esa es, según la Escuela Austriaca, su función esencial.

Bienes presentes: los bienes y servicios cuyos servicios están directa e instantáneamente disponibles (no necesitan ninguna posterior transformación) para ser consumidos o utilizados son bienes presentes. 

Los bienes presentes rinden sus servicios (por lo que son deseados) sin necesidad de ninguna transformación física previa (Hülsmann, 2009). Los bienes o servicios presentes existen (están disponibles) en este momento.

Bienes futuros: un bien o servicio futuro es la expectativa (presente) de disponer de (una cierta cantidad de) un bien o servicio en algún punto del futuro.

Es una deuda (I.O.U.) redimible en algún punto del futuro o, más correctamente, un derecho a bienes en el futuro. Los bienes o servicios futuros no existen (no están disponibles) todavía.

Préstamo: un préstamo o una transacción crediticia es un intercambio (o transferencia) de (títulos de propiedad de) una cantidad de bienes o servicios presentes por bienes o servicios futuros. 

La parte A inicialmente es propietaria (tiene el título) de U$S100. Entonces A decide contractualmente ceder (voluntariamente) su título de propiedad (derecho de control) sobre ese monto a favor de la parte B por un periodo de un año, bajo la condición de que B le devolverá un importe equivalente más intereses cuando transcurra ese tiempo. Ocurrido ese contrato, ahora B tiene el título de propiedad (derecho de control) de los bienes (U$S100) y a cambio A recibe una deuda (I.O.U.) por U$S100 más intereses a ser entregados de acá a doce meses. El título de propiedad solo puede ser aplicado a los bienes presentes debido a que existen, nadie puede ser propietario (tener el título de propiedad) de un bien futuro pues este no existe todavía. El sujeto A sí puede ceder el título de propiedad de sus bienes presentes, pero B no puede ceder la propiedad de bienes futuros específicos que aún no existen. El bien que recibe A es una deuda, no el dinero futuro en sí (Davidson, 2014). Uno no puede ser dueño (tener el título) del bien futuro específico pues todavía no se materializa, pero sí puede ser propietario del título de deuda a esos bienes futuros. Es meramente un título a un todavía no existente bien futuro, el cual no crea un correspondiente bien presente (Block et al. 2013). 

Observen que la definición de bien futuro dada arriba como "expectativa", implica que uno intercambia bienes presentes existentes no por los bienes futuros en sí mismos, pues no existen todavía; sino por algo que también existe (una deuda) y que dará disposición de bienes en un punto del tiempo. Es claro que, al hablar de un préstamo como "un intercambio de bienes presentes por bienes futuros", uno no se está refiriendo a que, al momento de hacer el cambio, se transfieran inmediatamente los bienes futuros específicos (inexistentes aún), sino a una deuda por los mismos. Lo que existe en la actualidad, y lo que se intercambia por bienes presentes, es la expectativa presente a los bienes futuros, pero los mismos todavía no.

Esta es una diferencia fundamental: un bien/servicio o es presente o es futuro. Un bien o servicio presente existe en este momento. Y, por ende, esta disponible para el uso en cualquier instante del presente o en cualquiera momento (presente) del futuro. Mientras que, por otro lado, un bien futuro no existe, todavía. No se puede disponer de él aún. De ningún modo es una cuestión de grado, sino que es de sustancia (Hoppe et al., 1998). O es uno o es otro, no hay tercera posibilidad.

La distinción entre bienes futuros (no existentes, todavía) y presentes (existentes ahora) es categórica. En cualquier punto del tiempo una suma de dinero, un auto o lo que sea existe o no existe. Otra verdad absoluta es que nadie, en un momento dado, puede actuar con otra cosa que no sean bienes presentes. Para alcanzar a realizar los bienes en el futuro, se deben emplear bienes presentes ahora. Los free bankers tratan erróneamente de negar esta distinción categórica como si fuera una de grado (Hoppe et al., 1998). El hecho de que un préstamo (de dinero, de un auto o lo que sea) madure en un minuto, una hora o un día, en absoluto cambia todo lo expresado y mucho menos impide diferenciar bienes presentes de futuros. No existe un "grado" intermedio entre existir y no existir.






Block, Walter; Bagus, Philipp y Howden, David (2013) "Deposits, Loans, and Banking: Clarifying the Debate". American Journal of Economics and Sociology. Vol. 72, No. 3, 627-644.

Davidson, Laura (2014) "Ethical Differences Between Loan Maturity Mismatching and Fractional Reserve Banking: A Natural Law Approach". Journal of Business Ethics.

Hoppe, Hans-Hermann; Hülsmann, Jörg G. y Block, Walter (1998), "Against Fiduciary Media". Quarterly Journal of Austrian Economics. Vol. 1, No. 1, 19-50.

Hülsmann, Jörg G. (2009) "The Demand for Money and the Time-Structure of Production". En Hülsmann, Jörg G. y Kinsella, Stephan (2009), Property, Freedom, and Society: Essays in Honor of Hans-Hermann Hoppe. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute.

Menger, Carl (1871), Principles of Economics. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2007. 

Mises, Ludwig von (1928), "Remarks on the Fundamental Problem of the Subjective Theory of Value". En Mises, Ludwig von (1933), Epistemological Problems of Economics. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2003.

Mises, Ludwig von (1949), Human Action. The Scholar's Edition. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 1998.

Rothbard, Murray N. (1962) Man, Economy, and State, with Power and Market. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2004.

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