domingo, 1 de marzo de 2015

La Gran Depresión en USA, 1932: El colapso del primer New Deal

Hoover y Roosevelt. Fuente

"En todas partes, vemos la burocracia crecer en tamaño. Como resultado, los impuestos están subiendo en todos lados. En un momento cuando la necesidad de reducir los costos de producción es universalmente discutida, nuevos impuestos se están imponiendo sobre la producción. Por lo tanto, la crisis económica es, al mismo tiempo, una crisis en las finanzas públicas."

Ludwig von Mises (1931)



El New Deal fue un conjunto amplio de medidas gubernamentales para intervenir y planificar la economía. Por ejemplo, impulsar al alza salarios y precios, expansión del crédito, salvar empresas débiles, aumentar el gasto público, etc. (Rothbard, 1963: 186) En palabras simples, un mecanismo para estropear los mercados y prevenir el mecanismo de precios en favor de los intereses de clases especiales (Anderson, 1949: 115). Así fue denominado el programa de Franklin Roosevelt. Sin embargo, no fue una creación del gobierno del presidente demócrata. A pesar de que Anderson (1949: 115) dice que empieza en 1924 como un programa deliberado y consciente debido a la manipulación monetaria, lo cierto es que el New Deal comenzó con toda su fuerza en el gobierno previo de Herbert Hoover (Anderson, 1949: 219-26; Rothbard, 1963: 185-87, 209-10, 217-37, 285-320; Ohanian, 2009; Horwitz, 2011).

El año 1932 es particularmente importante. Debido a la profundización de la depresión en 1930 y 1931 y a que no se veía la más mínima señal de recuperación posible, el intervencionismo de Hoover se vuelve más drástico (Rothbard, 1963: 285-320). Dado su carácter intervencionista, las medidas de 1932 son el verdadero comienzo del New Deal en su máxima expresión.

Más intervención estatal

1) Por si todas las anteriores intervenciones estatales en la fijación de salarios fueran insuficientes, Hoover firma la Norris-La Guardia Act en marzo de 1932. Continuando, de esta manera, su política de cartelización previa. Hoover no se daba por vencido para seguir interviniendo la economía. Básicamente prohibía a las cortes realizar acciones contra los piquetes, huelgas o boicots y además también prohibía los contratos de "perro amarillo" así como exoneraba a los sindicatos de que se les apliquen leyes antitrust (Reynolds, 1982). Dándoles una inédita capacidad y ámbito de realizar sus actos violentos y agresivos. De hecho, luego de la Wagner Act, es la mayor legislación favorable para sindicatos de la historia de Estados Unidos. Ambas legislaciones pasadas para "combatir" una inexistente "falla de mercado" (Reynolds, 1982).

2) La intervención del mercado laboral continuó con la legalización por parte del Congreso de la prohibición ejecutiva de la inmigración y la restricción artificial de la oferta de trabajo que implica. La inmigración cae a mínimos históricos.

Homeland Security
3) Empeñado en evitar la liquidación a toda costa, Hoover impulsa, en enero de 1932, la creación de la Reconstruction Finance Corporation. A esta altura los keynesianos que lo suelen llamar "liquidacionista" demuestran que nunca revisaron la historia. Fue creada para otorgar préstamos y financiamiento con dinero de los contribuyentes a organizaciones que estaban a punto de quebrar. La mayor parte fue prestada a bancos y ferrocarriles (Rothbard, 1963: 296-300). Una vez más, se evitaba la liquidación de malas empresas que tenían pérdidas para usar sus recursos en cosas verdaderamente valoradas por la gente y salir de la depresión. De hecho, desde enero de 1932 hasta febrero de 1933, el organismo otorgó préstamos colateralizados de corto plazo a bancos en problemas. Está demostrado (Calomiris; Mason; Weidenmier y Bobroff, 2012) que los préstamos de la Reconstruction Finance Corporation no solo no evitaron las quiebras de los bancos, sino que hizo que sea más probable que quebraran. Luego, desde marzo de 1933, cambió su política a comprar acciones preferentes (preferred stock). Ello aumentó la probabilidad de supervivencia de los bancos a costa de que los contribuyentes soportaran el riesgo de sus quiebras.

4) En julio de 1932, Hoover pasa una ley para crear la Federal Home Land Banks. Era un sistema de 12 bancos que proveían financiación estable y de bajo costo (subsidiada) para que extendieran préstamos hipotecarios más accesibles a los americanos. En realidad, simplemente proveía ayuda al sector de la construcción. Interrumpiendo, aún más, el proceso de liquidación y purga de malas inversiones que la economía necesitaba.

5) Hoover crea, en 1932, la primer legislación federal para dar ayuda social a los desempleados, la Temporary Emergency Relief Administration. Eran préstamos directos a los gobiernos de los estados para gasto en ayuda social. Este fue uno de los programas claves de Roosevelt luego, al punto de que solo le cambió el nombre. Una vez más, se ve que el verdadero padre del New Deal fue Herbert Hoover. 

Ya en 1932 los empresarios, al ver que el país se seguía hundiendo y dado que la presión sobre los beneficios se hizo insoportable, deciden desacatar el plan de Hoover de mantener los salarios. Es por ello que recién en 1932 bajan considerablemente (Rothbard, 1963: 331-33; Vedder y Gallaway, 1987). Pero la baja de salarios se toparía con un obstáculo que, combinado con la caída brutal de productividad y toda la legislación favorable a los sindicatos, haría que la baja no fuera suficiente: la contracción monetaria.

La FED: Ni pasiva ni deliberadamente contractiva

La FED consistentemente intentó reinflar el crédito durante el periodo 1929-33. De hecho, lo hizo de manera desesperada desde la primera etapa de la Gran Depresión. La Reserva Federal trató desesperadamente de reinflar el crédito incrementando todo lo que estaba bajo su control (Salerno, 1999; Herbener, 2014; Rothbard, 1963: 214-16, 239-41, 260-63; 2002: 274-78). 

Esto no es una idea únicamente austriaca. En la actualidad, incluso un monetarista respetado como Allan Meltzer, en el que se conoce como el mejor libro sobre la historia de la Reserva Federal, reconoce que: "[L]a Reserva Federal no fue enteramente pasiva en los tres años y medio del declive. Más de una vez compró títulos o bajó la tasa de descuento." (Meltzer, 2003: 273). Incluso pone en duda la tesis de Friedman de que si Benjamin Strong, el presidente de la FED desde que se puso en marcha en 1914, no hubiera muerto en 1928; el banco central hubiera tenido una política más consistentemente expansiva (inflacionaria): "[L]os oficiales de la Reserva Federal se comportaron consistentemente en los declives de 1923-24, 1926-27 y 1929-33." (Meltzer, 2003: 274).

Rothbard (1963) y Friedman y Schwartz (1963)
Como se observa en el gráfico, tomando los valores de diciembre de cada año (con diciembre de 1929 igual a 100), tanto la oferta monetaria de Rothbard (1963: 240, 302, 325; Salerno, 1999) como el M1 y M2 de Friedman y Schwartz (1963: 712-14) se contraen desde 1930 hasta 1933. Nadie niega que ocurrió una contracción monetaria importante en 1930-1933, aunque la oferta monetaria austriaca cae mucho menos que la monetarista. Pero no es cierto que la misma fue causada deliberadamente por o debido a la inacción de la Reserva Federal. La deflación o contracción de la oferta monetaria se debió a hechos totalmente fuera del control del órgano monetario.

La FED fue derrotada. El banco central, aun siendo una institución legalmente privilegiada y distorsionadora, no es omnipotente. Puede ser superado si la gente pierde la confianza en el sistema bancario. La autoridad monetaria actuó consistentemente inflando el crédito y aumentando las reservas de los bancos. A partir del segundo trimestre de 1932 surgió el fenómeno de las reservas excedentes (reservas por encima del mínimo legal), como se ve en el gráfico basado en Board of Governors (1943: 396). 
Así es como surgió la primera Flexibilización Cuantitativa (Quantitative Easing).

Board of Governors (1943: 396)
La contracción de la oferta monetaria se debió a factores fuera del control de la FED: 1) La pérdida de confianza de los inversores internos (cambiando sus depósitos a dólares papel) y externos (reclamando su oro) en el pseudo-patrón oro (que no era el Patrón oro Clásico) manejado por el banco central. Lo que supuso un incremento del efectivo en manos de la gente y una caída de reservas de oro de la FED, provocando la declinación de las reservas de los bancos. 2) Los bancos comerciales, actuando prudentemente, trataban de salvarse a ellos mismos y sus depositantes restringiendo préstamos a empresas en ruina y usando esos fondos para repagar las deudas con la FED. Dando otro impulso a la disminución de reservas bancarias. 3) El ya mencionado incremento de las reservas excedentes a partir del segundo trimestre de 1932 (Salerno, 1999; Rothbard, 1963: 304-05).

La deflación monetaria de 1930-33 no fue causada por la Reserva Federal, quien intentó todo cuanto pudo para combatirla. Sino que se debió a los agentes privados internos y externos tenedores de dólares y oro que intentaban reclamar sus justos derechos de propiedad contra un sistema financiero con un banco central que había estafado su confianza con sus manipulaciones inflacionarias del pseudo-patrón oro vigente (Salerno, 1999). No hay nada de malo ni ninguna "falla" de mercado en ese comportamiento. Las corridas bancarias son una forma de deflación crediticia bancaria (bank credit deflation) y ayuda a acelerar el proceso para deshacer las distorsiones de la inflación previa (Salerno, 2003). La deflación de la oferta monetaria bancaria es benigna y purgatoria como cualquier otro proceso de mercado. Los bancos deben caer así como también cae cualquier empresa de otro sector que realice malas maniobras y pierda la confianza de sus consumidores (Salerno, 2003). Lo que provocó y profundizó la depresión no fue la contracción monetaria en sí, sino mantener los precios más altos de lo que hubieran sido sin intervención estatal. Ya sea por la vía gubernamental de mantener salarios y precios o inyectando dinero. De hecho, Rothbard (1963: 304-05) cree que la considerable deflación de julio de 1931 hasta julio de 1932 fue responsable del repunte de actividad de mitad de 1932.

La gran subida de impuestos

Fiscalmente, Hoover tampoco fue completamente contractivo. Como señalan los de The American Presidency Project, antes de 1977 el año fiscal empezaba el 1 de julio y terminaba el 30 de junio. Hay que recordar que Calvin Coolidge fue presidente hasta marzo de 1929. Hoover asumió ese mes del mismo año. Para ese momento, el presupuesto del año fiscal 1930 fue preparado por Coolidge.

Casa Blanca y FRED II
Casa Blanca
Casa Blanca
En primer lugar es importante observar el gasto público real. Es verdad que en el año fiscal de 1933 hubo una baja nominal mínima. Pero debido a la mucho mayor deflación de precios, el efecto real sobre la economía nunca decreció. Tanto el gasto público como el déficit fiscal en porcentaje del PBI muestran una tendencia creciente todo el periodo de la Gran Depresión. De hecho, ambos porcentajes son mucho más grandes que los de Roosevelt en tiempos de paz (antes de prepararse para la Segunda Guerra Mundial en 1941).

Rothbard (1963: 347)
El peso fiscal del gobierno sobre la economía es lo que depreda, del producto nacional del sector privado (calculado como el Producto Bruto Privado o PBP), el sector público total con su gasto. El cociente de la depredación fiscal (gasto público) sobre el producto privado, da el peso fiscal del gobierno sobre la economía (Rothbard, 1963: 253-54, 339-48). El mismo crece todo el periodo de la Gran Depresión (Rothbard, 1963: 253-56, 263-64, 289, 347) desde el 14,3 % del PBP en 1929 hasta el 24,8 % en 1932. El Estado jamás redujo su tamaño real en toda la crisis. Muy al contrario, aumentó sin cesar su depredación del sector privado profundizando la depresión.

Por supuesto, la única excusa de los keynesianos ante esto es que "los déficits y gasto público de Hoover, así como los de Roosevelt, no fueron suficientemente grandes" y por eso no funcionaron. Sin embargo, eso es falso. Gene Smiley (1987) demuestra que una política fiscal más expansiva no hubiera acelerado la recuperación debido a que 1) el análisis keynesiano no toma en cuenta efectos expulsión y 2) incrementos en el gasto neto vía gasto público no alteran los precios relativos de manera que promuevan coordinación a mayores niveles de producción y empleo sostenibles.

Como consecuencia de sus propios déficits fiscales, aparece finalmente el último clavo en el ataúd para terminar de hundir la economía. En 1932, el Presidente Hoover subió los impuestos de manera descomunal. No se salvó nadie, ni los ricos ni los pobres. Todos sufrieron la brutal rapiña del Estado. Comparen solo las tasas marginales de impuestos de 1931 contra las de 1932:

Tax Foundation
Tax Foundation
Los pobres, los que ganaban entre $0 y $4.000, pasaron de pagar 1,5 % en 1931 a que les quiten 4 % en 1932. Un aumento de 167 % en solo un año. Pero es peor aún. Los tramos de escala se redujeron. Los que ganaban entre $4.000 y $8.000 antes de 1932 pagaban 3 %. En 1932 los que tenían ingresos entre $4.000 y $6.000 pagaban ahora 8 %. Entre $8.000 y $10.000 tenían tasa de 5 % en 1931. Para 1932, entre $6.000 y $10.000 pagaban 9 %. Y por si todo lo anterior fuera poco, se amplió el alcance de los impuestos. En 1931, si se ganaba por encima de $100.000, se pagaba 25 % cualquiera sea la suma. A partir de 1932 el máximo se corrió, subiendo la tasa progresivamente hasta el millón. Si se ganaba más de $1.000.000, se pagaba un enorme 63 %. El impuesto máximo subió de 25 % a 63 %, un 152 %. Para los que ganaban un poco más de $100.000 (hasta $150.000) y que en 1931 pagaban 25 %, la carga les subió hasta 56 %. Un aumento de 124 %. Todo esto de un año para el otro.

Y esas son solo las tasas marginales, muchos más impuestos se incrementaron. Incluso se revivieron "impuestos de guerra" de la Primera Guerra Mundial. Se pusieron impuestos de venta a la gasolina, neumáticos, autos, energía eléctrica, artículos de tocador, pieles, joyas, etc. Se aumentaron los de transferencias de acciones, se crearon nuevos impuestos a los cheques, transferencias de bonos, teléfono, telégrafo, mensajes de radio, etc. Incremento las tasas de ingresos corporativos y la exención a los pequeños negocios fue eliminada y mucho más (Rothbard, 1963: 286-88). 

Todo el intervencionismo anterior terminó en el año de mayor colapso de la Gran Depresión. Su propio desastre le costó la presidencia a Hoover. Las elecciones de 1932 fueron una catástrofe. Hoover perdió su re-elección "por goleada" un 57 % a 39 % y en prácticamente todos los estados. Mientras que Roosevelt obtuvo la mayor victoria de la historia para un candidato que se presentaba por primera vez con 472 votos electorales.




Anderson, Benjamin M. (1949) Economics and the Public Welfare. Financial and Economic History of the United States. New Jersey: Van Nostrand.

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Friedman, Milton y Schwartz, Anna J. (1963) A Monetary History of the United States, 1867-1960. Princeton, NJ: Princeton University Press. 1993.


Herbener, Jeffrey (2014), "Fed Policy Errors of the Great Depression". En Salerno, Joseph T. y Howden, David Eds. (2014) The Fed at One Hundred: A Critical View on the Federal Reserve System. New York: Springer International Publishing Switzerland. 43-54.


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